MOP llama a licitación para conservación de muelle terminal pesquero artesanal de Quellón

May 31, 2010 a las 3:16 pm | Publicado en Uncategorized | Deja un comentario

El MOP llamó a licitación la conservación del muelle del terminal pesquero artesanal de Quellón, en Chiloé.

La infraestructura cuenta con una explanada de trabajo, un muelle conformado por un puente de acceso y dos pontones flotantes para apoyar el desembarco de productos del mar. Actualmente, las cadenas que lo sostienen están desgastados por el paso del tiempo y el ambiente marino.

A raíz de lo anterior, es necesario reemplazarlas para evitar poner en riesgo la operatividad del terminal portuario, según se informó a Bío Bío. En ese sentido, la Dirección de Obras portuarias dispuso más de 19 millones de pesos, en el marco del Programa de Conservación de Infraestructura Portuaria y Costera que busca prolongar la vida útil de las
instalaciones.

Adicionalmente, se contempla por ejemplo, la reposición del sistema de amarras entre los pontones, la instalación de barandas en el puente basculante, junto con la aplicación de protección anticorrosiva en los pilotes que soportan las losetas del muro de contención de los rellenos de la explanada.

Las empresas contratistas que deseen participar en la licitación deben retirar los antecedentes hasta el 4 de junio. La apertura de las ofertas técnicas está programada para el 29 del mismo mes y la apertura de las ofertas económicas será el 5 de julio.

Qué es la pesca de cerco

May 17, 2010 a las 2:27 am | Publicado en Uncategorized | Deja un comentario

La pesca de cerco consiste, como su nombre indica, en cercar al pez (sardina, anchoveta, jurel y caballa principalmente), ubicando el cardumen o banco de peces, determinando rumbo y velocidad procediendo luego a cercarlo, soltando la red con la panga (lancha pequeña de gran motor), haciendo un círculo alrededor del cardumen para luego cercarlo con ayuda de la panga, seguidamente se cierra el fondo de la red capturando la pesca. Se utiliza una gran red de 250 a 1000 metros de longitud y unos 50 de ancho, que flota y al pasar los peces se cierra.

Redes de cerco y redes de copo

Las redes de cerco se utilizan para la captura de peces cuya costumbre es nadar formando densos cardúmenes o bancos de peces, ya sea en la superficie o a media agua, es decir, pelágicas, como la anchoveta, la sardina, el atún, el bonito, la caballa y el jurel. En un principio, estas especies (y en algunos lugares todavía) fueron capturadas mediante artes de enmalle, sardinales y trasmallos; sin embargo, las artes verdaderamente eficaces para esta clase de pesca son las redes de cerco, por las que se han ido sustituyendo.

Barcaza Valdivia de la Armada llegó a Juan Fernández con más de 100 toneladas de ayuda

abril 22, 2010 a las 3:15 pm | Publicado en Uncategorized | Deja un comentario

La Barcaza Valdivia de la Armada de Chile, tras 26 horas de viaje, llegó a la isla Robinson Crusoe para descargar más de 100 toneladas de ayuda que envió el Gobierno y privados para el poblado San Juan Bautista, devastado por el terremoto y tsunami el 27 de febrero.

Entre la ayuda destaca una escuela modular donde estudiarán más de 100 niños de la isla y que será inaugurada este jueves por el Presidente Sebastián Piñera.

Además, se cuenta una grúa para instalar el sistema de electrificado del establecimiento y un grupo de seis oftalmólogos que realizarán un operativo médico, con lentes para aquellos que tengan problemas de visión.

Piñera tiene programada una reunión para este miércoles con autoridades locales, el alcalde de Robinson Crusoe, Leopoldo González (RN), y con representantes vecinales para tratar la reconstrucción del poblado San Juan Bautista

Nuevo subsecretario de pesca: «La acuicultura va más allá del mundo salmonero»

abril 19, 2010 a las 10:40 pm | Publicado en Uncategorized | Deja un comentario

Satisfechos y esperanzados en seguir trabajando de manera mancomunada junto al sector público se manifestaron los representantes de los gremios mitilicultores que participaron de la séptima mesa de mitílidos, desarrollada la semana recién pasada en Puerto Montt, y que contó incluso con la presencia del nuevo Subsecretario de Pesca Pablo Galilea.

Al respecto, el personero de gobierno se manifestó comprometido con el desarrollo de esta actividad y aseguró el respaldo del gobierno para seguir fortaleciendo este sector, como alternativa válida a la salmonicultura. “Aquí hay una actividad muy relevante que debemos apoyar, coordinar a los servicios públicos, establecer alianzas público privadas y por lo mismo el gobierno, a través de la subsecretaría, de la seremi de economía, y de las distintas instancias públicas que participan acá, esperamos contribuir a que éste sea un sector importante dentro de la economía regional, que genere trabajo, divisas y por lo tanto no podemos estar ausentes”.

Añadió Galilea que son diversos los temas que aún faltan por perfeccionar, sin embargo se mostró optimista a lo que pueda acontecer con este sector productivo. “Aquí hay materias, desde el punto de vista de la fiscalización, que debemos perfeccionar, hay temas ambientales que debemos también corregir y creo que el espacio marino de la Región de los Lagos da para que convivan muchas actividades productivas, en la medida que seamos capaces de ordenar el borde costero, que cumplamos con las normas legales, que se fiscalice en forma adecuada y por tanto soy un optimista del desarrollo de la mitilicultura”, acotó.

Por su parte Armando Salinas, representante de los mitilicultores de Quellón, manifestó su satisfacción por la continuidad de la mesa, “Las proyecciones son muy positivas, vemos la continuidad de la mesa, esta es la séptima versión donde hemos desarrollado varios temas en los cuales hemos avanzado mucho. El temor era que no siguiéramos con esta continuidad pero vemos que hay muy buena disposición de parte de las autoridades, ellos abordaron inmediatamente los temas que son problemáticas directas y se vé que vamos a tener un desarrollo bastante positivo”.

La Seremi de Economía Beatriz Díaz, también participó de la mesa y enfatizó su preocupación en las pymes vinculadas a este sector, comprometiendo sus esfuerzos en potenciar el área. “Los mitilicultores son un sector que tiene sus propias necesidades, tienen una cierta concentración pero también hay un sector importante donde están distribuidos los pequeños mitilicultores, por tanto hay muchas pymes que están ahí viviendo la realidad del tema del financiamiento, el endeudamiento, producto que no han podido sacar su producción, durante un par de años han sido altamente golpeados por la crisis económica, por tanto es un sector que hay que potenciar al largo plazo y es altamente sustentable” explicó Díaz.

Finalmente, el gerente del PTI Mitílidos Javier Aros, se mostró muy conforme con el resultado de esta séptima versión de la mesa, por cuanto “la oportunidad fue propicia para intercambiar ideas con el subsecretario de Pesca del nuevo Gobierno e interiorizarlo más a fondo del trabajo desarrollado por esta Mesa, en sus seis sesiones”.

Cabe recordar que esta instancia fue creada, bajo la coordinación de este PTI, con el objetivo primario de abordar temas medioambientales y sanitarios, con el apoyo de CORFO y la Secretaría Regional Ministerial de Economía, habiéndose logrado importantes avances en materias vinculadas a productividad, normativas y mercado entre otros.

La desconocida y sabrosa trastienda del otro maremoto que enfrenta la Armada (Vía www.ciperchile.cl)

abril 12, 2010 a las 4:29 pm | Publicado en Uncategorized | Deja un comentario

Por Sebastián Minay

Entre las instituciones uniformadas, la Marina se llevó la peor parte después del 27F. A sus aún no del todo aclaradas responsabilidades en la alerta del letal tsunami y la devastación de su principal Base Naval y sus astilleros, se suman las contradicciones y dudas sobre el daño a sus unidades de combate. Un proceso que encara su comandante en jefe, ya cuestionado interna y externamente desde antes del desastre y que tenía a medio Alto Mando pernoctando en Talcahuano la noche del cataclismo. Un complejo puzzle político parece jugar a su favor.

A 39 días del terremoto y maremoto, y luego de preguntarle a varias de las autoridades involucradas en el proceso, es imposible encontrar una versión concordante y única acerca de qué le ocurrió al submarino clase Scorpene SS-22 “Carrera” –uno de los dos más poderosos del país- durante la madrugada del 27 de febrero. Lo único claro es que su tripulación alcanzó a seguir el procedimiento establecido para estas emergencias, sacarlo mar adentro, y que en ese trámite lo “agarró” una de las olas que azotaron Talcahuano. De ahí en adelante los testimonios se dividen. Unos aseguran que se golpeó contra la dársena del muelle; otros, que impactó contra un dique, y están también los que señalan que se estrelló contra otras instalaciones portuarias.

Incluso circula una versión que indica que el “Carrera” habría chocado contra su gemelo, el Scorpene SS-23 “O’Higgins”, la que es refutada con más fuerza según lo alta que sea la investidura consultada. Las respuestas recogidas por CIPER no lograron aclarar y más bien repitieron la confusión previa, como se verá más adelante.

El caso del “Carrera” –que junto al “O’Higgins” es la base de la fuerza submarina de Chile- refleja la extrema reserva con la que se está manejando el impacto estratégico del desastre en las Fuerzas Armadas, especialmente en la Marina. Claro que poco ayudó, comentan altas fuentes del sector defensa, que el ministro Jaime Ravinet declarara el 24 de marzo que el país había quedado “vulnerable” ante un ataque externo. Aunque se insiste en que dicho riesgo no es real, lo que sí preocupa es que la Armada se recupere lo antes posible para mantener no sólo su capacidad operativa, sino disuasiva.

Así, tanto o más importante que las reparaciones a los navíos dañados es responder la interrogante de cuándo y a qué costo se superará la devastación que hizo presa de las instalaciones de los Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar) en Talcahuano, esenciales para la mantención de la Escuadra y que además generan importantes recursos a través de contratos de construcción de navíos para el extranjero.

En lo único que hay consenso –el que incluye a las autoridades salientes y entrantes- es que la Armada se ha llevado en esta catástrofe la peor parte en un amplio frente. Mientras el de los daños materiales se ha manejado con cierta discreción, el de la imagen pública no puede ser peor, admiten.

La lista de problemas incluye al único muerto registrado durante los duros días de toque de queda en la VIII Región: un cartonero asesinado por una patrulla naval. Pero lo que sigue siendo la principal amenaza para el alto mando de la Armada, son las responsabilidades de la institución por las víctimas del maremoto (pese a que se entregó la cabeza del jefe del Servicio Hidrográfico y Oceánico, SHOA), agravadas por el fuerte descontento que generó el que desde la Base Naval de Talcahuano no se le avisara del maremoto a los civiles de las inmediaciones. Incluso, se agrega, sólo varios días después se reconoció que había bengalas -explosivos, para otros- diseminadas por la costa.

De ese difícil contexto la institución busca levantarse al mando del comandante en jefe más joven que haya tenido, y el primero que no estaba en servicio activo al momento del Golpe (1973). Y que además –como describen generosamente los que conocen a la institución-, fue sorprendido por el desastre justo cuando ya enfrentaba cuestionamientos internos y externos a sólo meses de haber asumido el mando (junio 2009).

Investigando el impacto del terremoto y maremoto en la Marina, CIPER encontró la otra ola que azotó a la institución después de la catástrofe, y el perfil desconocido de su comandante en jefe, almirante Edmundo González, protagonista del puzzle político que surgió tras el tsunami. Más allá de las contradicciones sobre los reales daños en las unidades de combate de la Marina, descubrimos un dato que por si sólo dimensiona el desastre que pudo quedar la noche del 27F en esa institución: a la misma hora del terremoto y maremoto la mitad del Alto Mando de la Armada se encontraba en Talcahuano.

27F: La mitad del Alto Mando en Talcahuano

De no haber ocurrido el terremoto, el sábado 27 habría sido una jornada memorable para la Armada y el gobierno saliente. Esa noche la institución iba a condecorar a la entonces Presidenta Bachelet –pese a que el almirante González había dudado en hacerlo- y se iba a efectuar la botadura del buque oceanográfico AGS-61 “Cabo de Hornos”, una promesa de la Jefa de Estado y un orgullo de la ingeniería naval criolla, ya que fue construido íntegramente en Asmar Talcahuano. La Mandataria incluso había bromeado diciendo a sus cercanos que si el navío no estaba listo antes de que entregara el poder, ella misma “botaría al mar a la empresa constructora”.

Acá también hubo una trastienda interesante. El acto –que sería precedido por la visita de Bachelet al SS-23 “O’Higgins”, del cual es madrina- estaba programado originalmente para la noche del viernes 27, y a la noche siguiente varios de los asistentes se reencontrarían en el matrimonio de una de las hijas del vicealmirante Eduardo Junge, en Viña del Mar. Pero la Mandataria resolvió después viajar a Mar del Plata, Argentina, a la Regata Bicentenario, organizada por las Armadas de ambos países. Eso atrasó las fechas en un día y obligó, entre otras cosas, a posponer el casamiento.

Como el programa era el mismo pero a escasa diferencia horaria, el Almirante González dispuso que la mitad del Alto Mando pernoctara el viernes en Viña del Mar, y la otra en la Base Naval de Talcahuano. En un dato desconocido hasta ahora, la noche del desastre se encontraban ahí –entre otros, y con sus respectivas esposas- el comandante de Operaciones Navales, vicealmirante Francisco Guzmán; el director general del Personal, vicealmirante Robert Gibbons; el jefe del Estado Mayor General, vicealmirante Federico Niemann, y el secretario general de la Armada, contraalmirante Jorge Ibarra.

“La Armada dormía preparada para una fiesta por partida doble: por el ‘Cabo de Hornos’ y por la despedida a la Presidenta. Ese era el estado de alerta”, grafica una fuente que conoció de cerca lo ocurrido. Siguiendo el protocolo naval ante terremotos que no permiten mantenerse en pie (ubicar las naves a 20 metros de altura o alejarse al menos 10 minutos de la costa), toda la oficialidad evacuó el sector apenas pudo. Pero pese a conocer lo que venía y encontrarse en el sector la mitad del Alto Mando, nadie dio aviso a la población local. Precisamente allí donde el maremoto cobró numerosas vidas.

Conscientes de las críticas, cercanos a la institución remarcan que no pudo hacerse de otra forma: “La Marina hizo lo que debía, salvar a su gente y a sus medios, en ese orden. Y se pensó que, como debe ser, cada uno estaba haciendo lo que correspondía: el SHOA; la Onemi, la intendencia, las policías”. Otros son un poco más descarnados y agregan a lo anterior que “el caos era tan mayúsculo que nadie pensó en otra cosa”.

Así y todo se menciona otro detalle. El entonces intendente Jaime Tohá dijo a CNN Chile que fue el comandante en jefe de la Segunda Zona Naval –con base en Talcahuano-, contraalmirante Roberto Macchiavello, quien le avisó a las 4 AM que no había maremoto en curso. Esa fatídica madrugada, el Almirante Edmundo González se encontraba en la Ciudad Jardín, prácticamente aislado de su institución.

-Trataba de comunicarme por celular y teléfono fijo. Era imposible. Tampoco había Internet. Finalmente, hablé con mi jefe de Estado Mayor, con mi secretario general y solicité antecedentes preliminares al SHOA -dijo a El Mercurio el 7 de marzo.

Los ex habitantes de La Moneda comentan que el jefe naval recién tomó contacto con el titular de Defensa, Francisco Vidal, la tarde del sábado. Para entonces ya había comenzado la trama aún no resuelta (por la investigación iniciada de oficio por el Ministerio Público) de las responsabilidades respecto a la fallida alerta de maremoto. Mientras, una cadena de dudas, recriminaciones y hasta dificultades legales para el decreto respectivo -planteadas por la Contraloría- trababa el despliegue de uniformados en una VIII Región que a las pocas horas comenzaba a ser pasto de los saqueos.

Las diversas versiones sobre el “Carrera” y otras naves

Entre los múltiples frentes críticos que se le abrían a la Armada, el más evidente –fuera de la alerta de tsunami- era dimensionar los daños en la Base Naval de Talcahuano, en Asmar y sus naves de guerra. Las dos primeras fueron arrasadas casi completamente, incluyendo las viviendas del personal, daños en diques, grúas y diversas instalaciones.

Recuperar y poner todo en marcha –considerando los fondos que ingresan por contratos de construcción- tiene un costo en torno al cual no hay coincidencia. Fuentes del Ministerio de Defensa citan los informes iniciales de la Marina que calculan un flujo mínimo de mil millones de dólares “entre 3 y 5 años”. Y sostienen que sólo para asegurar en parte la “reparación y mantención de las unidades de combate” haría falta cerca de US$ 300 millones. Eso coincidiría con la estimación de una de las autoridades salientes, pero difiere radicalmente de las cifras que entrega otra: “En ningún caso menos de US$ 2.500 millones para recuperar Asmar y la Base”.

La suerte de las unidades navales afectadas es hasta hoy confusa.

La madrugada del 27 se encontraban en Talcahuano, al menos, los submarinos clase Scorpene SS-22 “Carrera” y SS-23 “O’Higgins”; los clase U-209 SS-21 “Simpson” y SS-20 “Thompson” (más antiguos que los Scorpene); el buque madre de sumergibles BMS-42 “Almirante Merino”, y la misilera clase SAAR-4 LM-31 “Chipana”. Además, la patrullera LSG-1611 “Concepción”; el clásico transporte AP-41 “Aquiles”, y el patrullero OPV-81 “Piloto Pardo”. Además, claro, del aún no botado buque oceanográfico AGS-61 “Cabo de Hornos”.

De las unidades de combate, el caso más preocupante es el “Carrera”. Como se dijo al comienzo, ni los testimonios recogidos por CIPER ni las versiones oficiales consignadas en la prensa aclaran las dudas. El Mercurio, por ejemplo, informó el 4 de marzo que el sumergible “tocó fondo y volvió a la superficie”. Al día siguiente La Tercera informó que “no hubo daños” en los buques ubicados en Talcahuano. El 7 del mismo mes, el almirante Edmundo González detalló que el SS-22 “logró zarpar de emergencia, lo pescó la segunda ola del tsunami y lo metió a la dársena. Luego, en un gesto heroico, fue remolcado”.

El 28, el vicealmirante Federico Niemann precisó que chocó y abolló su proa contra un dique que estaba a la deriva, pero remarcando que no había “ningún riesgo para el sumergible”. Por último, hace dos domingos atrás, el 28 de marzo, los propios tripulantes del “Carrera” relataron los hechos en El Mercurio. Según éstos, el navío primero tocó fondo; luego la primera ola lo levantó y arrojó a las dársenas del puerto; allí “nos movíamos para todos lados y chocábamos con distintas cosas”, dijeron. Finalmente, agregaron que impactó contra un dique flotante de Asmar. O sea, cuatro choques, por lo bajo.

Sobre la suerte del sumergible, algunas autoridades comparan lo ocurrido con “un abollón en el auto y punto, pero está operativo”. Pero otros admiten la posibilidad de que los daños obliguen a una reparación que tarde años. “Y de los dos Scorpene era el que estaba en mejores condiciones” agrega un personero. Del “O’Higgins” se ha dicho que logró zarpar mar adentro sin problemas. Ambos fueron comprados como prototipos en 1997 a un consorcio franco-español por unos US$ 490 millones.

Respecto a las otras naves afectadas, el SS-21 “Simpson” ni siquiera pudo escapar al encontrarse en reparaciones en un dique seco. Quedó instalado sobre un muelle, sus daños no han sido precisados y sólo se ha dicho que fueron “leves”. Peor suerte corrió la misilera “Chipana”, que resultó volcada sobre otro muelle, lo que obliga a levantarla y ponerla de nuevo a flote, sin dañar el casco. El “Almirante Merino” también sufrió deterioros que tampoco pasaron del mismo calificativo: leves.

-Independientemente de las maniobras de rescate, todos están en condiciones operativas -remarcan altas fuentes del Ministerio de Defensa.

Además, se encontraba en reparaciones el submarino ecuatoriano clase U-209 “Shyri”. Aunque algunas de las fuentes consultadas por CIPER remarcaron que no sufrió daños, otras precisaron todo lo contrario. Incluso se sostiene que el maremoto se habría llevado algunas piezas que habían sido retiradas para su reparación. De ser necesario, se harían efectivos seguros comprometidos.

Y aunque el “Cabo de Hornos” no es una unidad de combate, su situación es sensible precisamente por lo que simbolizaba para la Marina. El tsunami lo arrastró varios metros y lo dejó varado sobre un banco de arena: su peso dificulta y hace arriesgado su rescate. Días después, cuando las salientes autoridades de Defensa visitaron Talcahuano, la subsecretaria de Marina, Carolina Echeverría, no pudo soportar las ganas de desquitarse bautizándolo de todas formas… quebrando una botella de Sprite contra el casco.

El cuadro que ya enfrentaba el almirante

Mientras en la Armada se calibraban estos y otros daños físicos, al mismo tiempo se enfrentaba la crisis por las fallas en la alerta del tsunami. Con un ingrediente extra que nadie –ni la institución, ni el gobierno saliente, ni menos el entrante- pasaba por alto: a medida que se intensificaban las críticas contra las autoridades involucradas, surgían las primeras querellas por parte de los deudos.

Como el Almirante González había reconocido pública, temprana y sorpresivamente la responsabilidad de su institución en la fallida alerta de maremoto, con el correr de los días se hizo patente el riesgo de que se responsabilizara de ello también a la administración Bachelet. Cercanos a la hoy ex mandataria recalcan que tiene a su favor “hechos irrefutables”, como la llamada telefónica entre ella y el entonces director del SHOA (quien le informó que no había alerta) durante las primeras horas después del desastre, cuando se encontraba en la Onemi ante numerosos testigos.

La misma Bachelet ha repetido que el general Le Dantec le pasó el teléfono, y –acaso en un guiño a González y sus problemas para comunicarse- recalcó en The Clinic que ni los celulares satelitales funcionan al cien por ciento. Ambos puntos fueron remarcados una y otra vez a CIPER por ex colaboradores suyos.

Como rostro principal de la crisis naval, el almirante Edmundo González Robles la había tenido difícil incluso mucho antes de llegar al 27F. Ya su llegada a la comandancia en jefe (18.06.09) estuvo cerca de zozobrar a raíz de un episodio que lo enemistó el 2007 nada menos que con el ministro de Defensa de la época, José Goñi.

Según recuerdan las fuentes consultadas, todo comenzó cuando a los oídos de Goñí llegó un relato en que el protagonista era el entonces contraalmirante González. Se lo describía en una reunión social en Punta Arenas, expresándose en términos bien poco protocolares respecto del ministro y de otra alta autoridad nacional. Del relato y de la reacción de Goñi también se enteraron destacados oficiales de la Armada. Muy pronto González –el primer marino en ser comandante en jefe de la Región Militar Austral- se dio cuenta de la gravedad de lo ocurrido: faltaban sólo semanas para que se definiera el Alto Mando del año 2008.

Nadie quería llevarse sorpresas. En sus últimos años los gobiernos de la Concertación no habían tenido problemas con los comandantes en jefe. Al menos no al nivel del polémico corcoveo del general director de Carabineros Rodolfo Stange, cuando dilató ruidosamente su renuncia a raíz del fallo del Caso Degollados, en 1995. Ni menos algo similar al episodio que todos en la Marina hoy quieren olvidar: la abrupta salida del jefe de la Armada Jorge Arancibia para candidatearse a senador por la UDI (2001) y que terminó cortándole la carrera a buena parte de su Alto Mando, además de sepultar las aspiraciones senatoriales de Sebastián Piñera.

Por esas casualidades, además, González era ayudante del entonces almirante Arancibia cuando el comandante en jefe se fue a retiro. Pero jugaba a su favor haber trabajado con Edmundo Pérez Yoma, cuando éste fue ministro de Defensa de Eduardo Frei, en la década de los ’90.

Contrarreloj, González se la jugó por pedirle ayuda a la entonces subsecretaria Echeverría, asegurándole que se trataba de un rumor falso. No le iba a ser sencillo: Goñi tenía fama de “difícil”. Pero también gozaba de adversarios en el ministerio. Hasta hoy se recuerda una desagradable escena en la que el ministro ingresaba –sin golpear la puerta y sin saludar- al despacho del subsecretario de Aviación, Raúl Vergara, para de inmediato, y sin importarle que Vergara estuviera reunido con otras personas, lo reconviniera en un durísimo tono al tiempo que le punceteaba la cabeza con los dedos.

Apenas días antes de la fecha fatal, las gestiones de Echeverría y de otros revirtieron la situación; incluso algunos sostienen que el propio “Goñi aclaró el problema”. González fue ascendido a vicealmirante y a la Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante. Un año y medio después logró suceder al almirante Rodolfo Codina (hoy jefe de gabinete del ministro Ravinet) –en parte gracias a las recomendaciones de éste- en la comandancia en jefe.

Los que han conocido el mando de ambos coinciden en marcar las diferencias. En una institución consciente de su peso histórico y fuertemente inspirada en la tradición de la Armada inglesa, la gestión de Codina había sido vista como un grato paréntesis. “Más campechano, relajado, casi en el estilo de la Armada española”, grafica un conocido suyo. “Cien por ciento del gusto de los Presidentes Lagos y Bachelet”, agrega otro. Con González no sólo se volvió al estilo antiguo. También asomaron diferencias preocupantes, algunas de ellas demasiado públicas.

Como la ocurrida en noviembre de 2009, cuando El Mercurio entrevistó al jefe naval con desastrosos resultados. Bajo el título “En La Haya no tenemos nada que ganar”, González contradecía parte de la tesis chilena ante el conflicto limítrofe con Perú al referirse a las normas que fijan la frontera marítima como “convenios de pesca”, y anticipaba un escenario pesimista ante el reclamo de Lima. El impacto de la entrevista fue tal, revelan fuentes que conocieron el caso, que antes de su publicación debió intervenir el entonces vicealmirante Cristián Millar para “limpiar” parte de las respuestas.

Un nuevo episodio se produjo durante la dificultosa tramitación de la Ley que reorganizó el Ministerio de Defensa y creó el Estado Mayor Conjunto. González -recuerdan en la ahora oposición- “mantuvo una postura vacilante” en temas conflictivos, como definir si el nuevo cargo que hoy ocupa el general de Ejército Crisitián Le Dantec tendría cuatro estrellas. A la larga González se opuso a la idea del gobierno, la que fracasó en el Congreso y dejó a Le Dantec sólo con tres estrellas y por debajo de los comandantes en jefe.

Incluso entre la alta oficialidad naval se fue generando cierta resistencia al mando de González, a veces por asuntos casi domésticos. Como el recordado y reciente matrimonio de uno de sus hijos en Miami, Estados Unidos, calificado someramente como “incómodo” entre quienes conocen los códigos de la institución.

Los que conocieron la relación entre el gobierno de Bachelet y González sostienen que, a raíz de éstos y otros problemas, incluso se llegó a pensar en designar al vicealmirante y hoy comandante de Operaciones Navales, Francisco Guzmán, como Jefe de Estado Mayor Conjunto, con el fin de colocarle un contrapeso al jefe de la Armada. “Pero también era indiscutible que lo más adecuado era que ese cargo quedara en manos del Ejército”, aclaran.

Vuelco en el minuto 90

El terremoto y posterior tsunami sepultaron toda la historia anterior. Nada de todo aquello importaba en la antesala de la reunión más importante que le fue agendada al almirante Edmundo González para el 24 de marzo. Los ojos del alto mando de la Armada se dirigieron a La Moneda. Como quiera que sea, un vuelco importante se produjo en aquella crucial jornada en que el almirante González fue llamado a palacio por el Presidente Piñera. La cita se produjo al día siguiente de haberle enviado al Mandatario el informe oficial sobre las fallas al retirar la alerta de tsunami. Sólo horas antes del encuentro, el titular de Defensa, Jaime Ravinet, fue categórico al calificarlo de “insuficiente”: como el documento proponía dar de baja al ex jefe del SHOA, capitán de navío Mariano Rojas, los que sabían ese detalle con anticipación calibraron que el comandante en jefe podría terminar pagando con su cargo el episodio.

El almirante González no la pasó bien ese día. Quienes tomaron contacto con él cuentan que estaba “muy nervioso” y no descartaba que Piñera le pidiera el retiro, aún pese a que en tal caso haría re-debutar la temida facultad presidencial. Uno de sus conocidos decidió intervenir personalmente y se las arregló para encontrarse “casualmente” con Ravinet en la puerta de uno de los ascensores del Ministerio de Defensa. En el breve trayecto pisos arriba, el nuevo ministro le aseguró a dicho personero que la cabeza del jefe naval no corría riesgo. González se entero apenas minutos después.

Con todo, González sintió la presión hasta el final, aunque más bien por el estilo del Mandatario que por otra cosa. Cuando entró a reunirse con Piñera, lo notó amable, pero “más frío” que su antecesora, según le comentó después a sus cercanos. La sorpresa la tuvo al ver que las casi 300 páginas del informe, que apenas había entregado el día anterior, ya estaban plagadas de marcadores adhesivos de colores. Sus temores se disiparon cuando el Jefe de Estado le aclaró que su cargo no estaba en cuestión. El flanco político, que pasaba por él, quedaba así cerrado por el momento.

Los que conocen el episodio explican que si Piñera decidió no seguir adelante, fue sencillamente por no perjudicar a la Marina y por no sumar un nuevo frente de conflicto a los otros con los que ha debutado en La Moneda. Prueba de ello fue el sorprendente y enérgico cambio de postura de Ravinet, quien apenas salió del despacho presidencial comenzó por desmentir sus propias críticas contra el informe naval.

Luego el ministro no trepidó en pagar –muy probablemente con fondos fiscales- una inserción en La Tercera para rebatir una crítica y aguda columna de Ascanio Cavallo publicada en el mismo diario acerca del rol de las Fuerzas Armadas después del 27F. Ambas medidas de control de daños buscan evitar que se exponga a las instituciones bajo su mando no sólo a emplazamientos políticos, sino que además anticipan líneas de contención ante eventuales ofensivas judiciales.

Buque de marina de EE.UU. captura a presuntos piratas cerca de las Seychelles

abril 1, 2010 a las 7:03 pm | Publicado en Uncategorized | Deja un comentario

Un buque de la marina de guerra de Estados Unidos que opera en el océano Indico logró capturar este jueves a cinco presuntos piratas tras mantener un intercambio de disparos en aguas internacionales cerca de las islas Seychelles, informó el Pentágono.

La fragata “USS Nicholas” detuvo a los sospechosos luego de hundir un esquife, y además tomó control del presunto buque madre, dijo un comunicado de las fuerzas navales estadounidenses.

“Mientras operaba en aguas internacionales al oeste de las Seychelles, el ‘USS Nicholas’ informó haber recibido disparos a las 00H27 locales desde un esquife presuntamente pirata, devolvió el fuego y comenzó una persecución del navío hasta ponerlo fuera de combate”, precisó el comunicado.

“A la 01:59, personal del ‘USS Nicholas’ abordó el esquife averiado y detuvo a tres personas. El equipo de abordaje encontró municiones y latas de combustible a bordo”, añadió el reporte.

Tras conducir a los presuntos piratas a bordo de la fragata, el “USS Nicholas” hundió al esquife dañado y logró capturar luego a otros dos piratas al tomar control del buque madre desde donde operaba el esquife.

La economía de Seychelles tiene sus puntos fuertes en la pesca de atún y el turismo. Desde 2008, cerca de sus costas se han registrado numerosos casos de buques secuestrados por piratas.

El drama de los pescadores artesanales: Cesantía y miedo a volver al mar

marzo 25, 2010 a las 10:38 pm | Publicado en Uncategorized | Deja un comentario

Muchos perdieron sus botes o los motores y no pueden salir a trabajar. La situación es sumamente grave, ya que en esta época reúnen el dinero para vivir durante los meses de invierno. Anticipan una fuerte alza en el precio de la merluza para Semana Santa.
 
«Semana Santa es la fecha que esperamos todo el año… pero ahora estamos completamente perdidos».

Luis Recaval (45) tiene una mezcla de rabia y tristeza. Ha vivido siempre de la pesca en caleta Pelluhue, una de las zonas más golpeadas por el terremoto y posterior tsunami del 27 de febrero. Las violentas olas que ingresaron a tierra firme se llevaron a sus padres y una hermana. También destruyeron su casa y el bote en el que salía a trabajar. «Acá, esto no se va a normalizar antes de seis meses», dice agobiado, mientras observa a su alrededor, donde hasta las estructuras de concreto que el año pasado se habían habilitado en la caleta pesquera -donde se guardaban redes y equipos de buceo- se vinieron abajo.

Esa es la dura realidad que enfrentan cientos de pescadores de la Séptima Región, que normalmente trabajan en las casi 400 embarcaciones de la zona. En las caletas de Pellines, Loanco, Pelluhue, Curanipe, La Pesca, Duao y Llico, la mayoría quedó de brazos cruzados, con botes dañados, sin redes ni motores para sus embarcaciones.

Proyectan que los mayores efectos se sentirán en el precio de la merluza, el «producto estrella» de la zona: según datos de la Subsecretaría de Pesca, sólo la Región del Maule aportó en 2009 cerca de 6.000 toneladas de merluza, equivalentes al 60% de las cuotas de extracción extendidas para la pesca artesanal de este producto.

Su destino, mayoritariamente, es el terminal pesquero de Santiago donde -a pesar del aporte industrial- seguramente habrá un reajuste en los precios de la merluza. En la zona, hoy sólo la extraen unas 25 lanchas frente a las costas de Constitución.

«Espérese no más: el precio se va a ir a las nubes. Antes del terremoto una caja de 30 kilos se vendía en $ 10.000. Cuando escasea, sube a $18.000. Con lo del tsunami, fácil va a llegar a los $ 30.000», auguran los pescadores.

«Con los temporales no se puede trabajar»

El problema tiene ribetes dramáticos, porque Semana Santa es la fecha del año en que los pescadores ahorran para los gastos de invierno.

«Con lo que se trabaja en esos días, se aseguran la plata para pagar matrículas de colegios, cuentas atrasadas y mercadería para los meses de invierno, cuando llegan los temporales y no se puede trabajar», dice Diego Beltrán (45), presidente de uno de los dos sindicatos de pescadores de Duao, en la costa norte de la Región del Maule.

«Igual vamos a trabajar con los botes que estén disponibles», adelanta, aunque estima que con los materiales que tienen en este minuto «no vamos a recaudar ni el 20% de la plata que hicimos el año pasado».

En esa caleta el apoyo del velerista Felipe Cubillos ha sido un pilar para que los pescadores vuelvan al mar, pues llegó a la zona con maestros que les enseñaron a los trabajadores de la caleta a reparar sus botes. También les donaron cuatro motores fuera de borda, que serán instalados en las embarcaciones que se vayan arreglando. Y las embarcaciones reparadas serán compartidas para salir a trabajar. Y vendrá más ayuda. Cubillos ha calculado que han arreglado más de 80 botes en las caletas de la VII Región.

Los que no tienen la suerte de haber recuperado su embarcación no se amilanan. En Pellines. Iván Recaval (41, no es pariente de su homólogo de Pelluhue) cuenta que «aquí hay dos botes operativos, de los 18 de la caleta, pero como sea yo voy a salir a trabajar. Acá hay un cabro que tiene motor: se lo vamos a poner a mi bote, que no quedó tan mal. Así hay que hacerlo. Hay que juntarse para salir a trabajar… porque la Semana Santa ya está encima».

«Si pescados hay…»

«Pescados hay y va a haber para Semana Santa… el problema es cómo sacarlos del mar», dice Enrique Ramírez, tripulante de un bote pesquero de Constitución.

El es uno de los pocos pescadores que ha logrado salir a trabajar desde la caleta a orillas del río Maule, hasta donde se trasladaron cerca de 25 embarcaciones (de 50) luego que el tsunami se llevara el puerto Maguilles, donde trabajaba.

Los trabajadores de las embarcaciones restantes no laboran porque su lancha se la llevó el mar. Otro tanto («los menos», dice Ramírez) no lo hacen por miedo a que una réplica fuerte «los pille mar adentro». Por lo mismo, los que están operativos sólo pescan a pocas millas del borde costero.

«Los viejos están dejando de pescar reineta, que se da mar adentro», indica. «Para trabajarla hay que dormir en el mar, meterse 40 millas para adentro… y después de lo que pasó, no quieren dejar a sus familias solas», explica Ramírez. «Es que hay miedo», confirma Iván Muena (35).

«Lo que no se perdió, lo robaron»

A los problemas de los pescadores se suma la falta de redes e, incluso, de chalecos salvavidas reglamentarios.

«Los ‘artes de pesca’ (como llaman a estos implementos) se perdieron todos. Los que no, se los robaron», dicen los pescadores. En otras caletas, cerros de redes inutilizables se apilan frente a la playa, entre trozos de madera de lo que eran las casas de la zona.

«Así como estamos, no tenemos cómo pescar. No tenemos motores. Tenemos que trabajar arreglando nuestros botes, no más, y ver qué pasa», dice Ricardo Cancino (27), pescador de Loanco.

«Yo ni quiero pensar en Semana Santa… me angustia no poder salir», afirma Patricio Gutiérrez, presidente del Sindicato de Pescadores de Llico. Su bote fue devuelto por las olas, pero gravemente dañado y sin motor, como el de la mayoría de sus compañeros en la caleta. «Con la plata que iba a juntar, iba a pagar la universidad de mi hija, que estudia ingeniería… ahora, no sé qué va a pasar».
2.000 pescadores comprometidos

Cerca de 2.000 son los pescadores artesanales de la VII Región que resultaron afectados por el terremoto y tsunami ocurrido el 27 de febrero.

Así lo indican los resultados del catastro que han estado realizando confederaciones y Sernapesca.

El plan de ayuda del gobierno -se ha informado oficialmente- consiste en un fondo de $5.500 millones que se obtendrá de los recursos no asignados del Fondo de Administración Pesquera (FAP) y del Fondo de Fomento de la Pesca Artesanal (FFPA).

La idea es invertir las platas en reposición de botes, motores y otros elementos, proceso que se realizará en conjunto con Fosis, Sercotec y BancoEstado, los que forman parte del Comité Interinstitucional para la Pesca Artesanal, en el que participan, además, Sernapesca, Instituto de Fomento Pesquero, Dirección de Obras Portuarias y Dirección Marítima de la Armada de Chile.

Armada reconoce tres errores del SHOA al levantar la alerta de maremoto

marzo 25, 2010 a las 10:27 pm | Publicado en Uncategorized | Deja un comentario
Mea culpa de la entidad incluye no haber considerado información de organismos internacionales, ni dimensionar el efecto del terremoto en las marcas.
Santiago.- Tres errores que llevaron al Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) a levantar la alerta de tsunami —mientras un gigantesco maremoto azotaba numerosos pueblos costeros de la zona centro sur del país y a la isla de Juan Fernández—, reconoce el informe que la Marina entregó al Gobierno y al Ministerio Público.

Fallas al analizar la medición de la energía liberada “y consecuentemente la potencialidad de generar un tsunami”; el error inicial de considerar la profundidad del sismo a 55 kilómetros, a pesar de que la información del USGS-NEIC arrojaba sólo 35 kilómetros, y no haber reaccionado ante “la información emitida por el Pacific Tsunami Warning Center… en la cual constaba… estar en presencia de un tsunami”.

Textualmente, reproducimos el resumen ejecutivo de la investigación de la Armada (negritas y subtítulos son nuestros):

Investigación ante “conmoción pública”

“El siguiente es el resumen ejecutivo de la Investigación Técnica que la Armada realizó en relación al desempeño del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), su proceso de toma de decisiones y grados de coordinación con la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI), a partir del reciente terremoto y posterior maremoto. Lo anterior, en el marco de conmoción pública que tuvo el referido episodio con las consecuencias por todos conocidas.

I. Al respecto, y teniendo en cuenta los factores que concurrieron en esta catástrofe, como son:

A. La dimensión e intensidad del terremoto, el quinto en la historia conocida de la humanidad y por lejos el mas catastrófico en el país, dada la zona afectada, el cual impactó con fuerza en los sistemas de enlaces de comunicaciones nacionales, imprescindibles para ejecutar los respectivos planes y lograr con ellos una mejor coordinación y control; como también, sobre los instrumentos del SHOA disponibles para la obtención de los datos oportunos y necesarios, en el área siniestrada, que resultan imprescindibles para adoptar las medidas preventivas destinadas a alertar a los organismos del Estado encargados de difundir la alerta pública y los consecuentes planes de evacuación.

Falta organismo concentrado físicamente que coordine

B. Las dificultades propias de no contar con un organismo de carácter nacional, concentrado físicamente en un mismo lugar, que permita resolver en caso de emergencia y que minimice los tiempos de coordinación y respuesta ante catástrofes.

C. La destacada y positiva conciencia conductual de la ciudadanía, particularmente de aquellos que habitan en zonas costeras, ante la amenaza que representa un terremoto y la probabilidad de ocurrencia de un maremoto, lo que contrasta con el desconocimiento que poseen de estas emergencias nuestros habitantes de zonas interiores.

II. Dado lo anterior, la Investigación Técnica permitió concluir:

A. Que el SHOA, en su condición de organismo técnico y asesor del Estado, contando con una estructura y personal calificados para cumplir las obligaciones dispuestas ante desgracias de esta naturaleza, generó la alerta de tsunami en forma clara y oportuna a la ONEMI, por radio a las 03:51 horas y, posteriormente, reiterada por un fax a las 04:07 horas de esa madrugada; y, paralelamente, a las 04:05 horas, por medio de un mensaje escrito emitido a través de la Red Mercalli del Sistema Nacional de Alerta de Maremotos (SNAM), según consta en los documentos oficiales disponibles, con las dificultades propias determinadas por la interrupción total de los enlaces de comunicaciones a nivel nacional.

En consecuencia, la promulgación de la alerta de tsunami, enviada 17 minutos después de ocurrido el sismo, fue acertada y su oportunidad adecuada para los estándares de una emergencia de esta naturaleza.

Los tres errores

B. Sin perjuicio de lo anterior, la Investigación Técnica también determinó que a las 04:56 horas, 1 hora y 5 minutos después de declarada la alerta, el SHOA canceló en forma anticipada dicha alerta de tsunami a la ONEMI, sin evaluar adecuadamente los siguientes antecedentes:

1. La información del “momento sísmico”, el cual evidenciaba la liberación de una gran cantidad de energía y consecuentemente la potencialidad de generar un tsunami, medidas por el sistema “Tremors”.

2. La información entregada por el USGS-NEIC, que indicaba que la profundidad a la que se encontraba el epicentro era de 35 kms. y no los 55 kms. que entregaba la información preliminar, lo que acrecentaba la probabilidad de generación de un tsunami.

3. La información emitida por el Pacific Tsunami Warning Center (PTWC), a través de su Boletín N° 002, en la cual constaba —según las lecturas de las variaciones de mareas— estar en presencia de un tsunami.

La “zona de sacrificio”

C. Que constituyeron, también, la ubicación del epicentro en cercanías de costa, así como la intensidad de estos fenómenos con alta liberación de energía, aspectos centrales en los escasos tiempos de reacción, para generar una oportuna respuesta en beneficio de la población. Lo señalado, prácticamente configuró como “Zona de Sacrificio” (Nota de la redacción: Zona de Sacrificio es un término técnico, que utiliza la Armada para denominar la zona costera que enfrenta al sismo. Se asume que, por los daños posteriores al terremoto, no se le puede avisar sobre un tsunami a la población, y la diferencia entre la vida y la muerte de las personas la marca la educación o estar preparados para arrancar a los cerros) la costa entre San Antonio y Talcahuano, siendo el promedio de llegadas de las primeras olas, 20 minutos después del gran sismo.

Por otra parte, el área comprendida en la bahía de Talcahuano y las cercanías de Dichato, constituye una situación particular, dado que, a pesar de encontrarse en la “Zona de Sacrificio”, fue impactada con algún grado de retardo, por olas posteriores, pero la capacidad de respuesta y de alerta se vio condicionada, fundamentalmente, por la interrupción de los enlaces de comunicaciones a nivel nacional y por la destrucción de los instrumentos de medición pertenecientes a la Red de Mareógrafos del SHOA en esa zona.

A su vez, particular condición afectó al Archipiélago de Juan Fernández, zona en la cual las dificultades de enlaces de comunicaciones representaron la mayor debilidad para coordinar con las autoridades locales medidas más oportunas de evacuación. Sin embargo, ante la ocurrencia del sismo, la conciencia de sus habitantes, así como el desempeño preventivo del personal de la Armada y de Carabineros de Chile presentes en la isla, evitaron una desgracia mayor, situación que contrastó con Isla de Pascua, donde sí se pudo dar la alarma correspondiente con pleno éxito, dado el mayor tiempo de alerta disponible y la reposición en el tiempo de algunas vías de comunicaciones.

Dado todo lo expuesto y teniendo en cuenta la importancia que representa para el país y la Armada contar con un organismo creíble y de la máxima excelencia, el Comandante en Jefe de la Armada dispuso se apliquen las sanciones disciplinarias a quienes no cumplieron con la rigurosidad debida las funciones que son propias del SHOA en circunstancias de estas características, las cuales recayeron en el ex Director de este organismo, por su resolución de levantar la alerta, que estuvo no acorde a las necesidades y estándares que catástrofes de esta naturaleza ameritan, y en el oficial asesor oceanográfico, por no haber proporcionado una correcta asesoría técnica.

Lo señalado, ha determinado proponer a Su Excelencia el Presidente de la República la baja de la Institución del señalado ex Director y de una sanción gravísima institucional al asesor oceanográfico correspondiente, impuesta por el Comandante en Jefe de la Armada.

IV. Ha constituido una medida tendiente a perfeccionar el control técnico y administrativo, así como sus respaldos en los enlaces de comunicaciones, el modificar la dependencia del SHOA, traspasando este organismo a la Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante, que constituye por ley la Autoridad Marítima Nacional.

V. Asimismo, se hace presente que se ha hecho entrega de los antecedentes de la investigación a la Fiscal dispuesta por la Fiscalía Nacional. La Institución estará disponible para seguir contribuyendo sin reservas, y en todas las instancias, al mejor esclarecimiento de las circunstancias que concurrieron en estos episodios.

VI. Finalmente, la Armada reitera su permanente compromiso por continuar perfeccionando todas las aéreas de gestión del SHOA, con el objeto de asegurar el mejor cumplimiento de las obligaciones que son propias de este organismo del Estado, en la convicción de que constituye un desafío ineludible para entregar un mejor servicio a toda la ciudadanía.

Flota de veleros se apresta a navegar Cabo de Hornos y recalar en Punta Arenas

marzo 24, 2010 a las 10:08 pm | Publicado en Uncategorized | Deja un comentario

La flota de veleros participantes del encuentro náutico más importante del Bicentenario, “Velas Sudamérica 2010”, inició su esperada navegación hacia el mítico Cabo de Hornos, luego de un exitoso paso por la ciudad argentina de Ushuaia, donde miles de personas visitaron los veleros presentes en esta regata, 7 mil de las cuales abordaron especialmente el BE Esmeralda, una de las naves más requeridas por la comunidad local.

En Ushuaia, último puerto antes de dejar aguas argentinas y zarpar con destino al Cabo de Hornos y Punta Arenas, una multitud de personas aplaudieron desde la costa a los buques escuela que hacían su ingreso para fondear en aguas del canal Beagle.

El cruce del Cabo de Hornos presenta las dificultades que históricamente ha ofrecido a la navegación, y que desafió en el pasado la fortaleza y habilidad de innumerables generaciones de marinos en sus difíciles aguas. Para el histórico cruce de la flota que se producirá este miércoles 24 la situación no será distinta, ya que se espera la presencia de un frente de mal tiempo, que pondrá a prueba a las tripulaciones de los veleros participantes.

Utilizarán barcazas para el transporte de carga entre San Pedro de la Paz y Concepción

marzo 23, 2010 a las 1:29 am | Publicado en Uncategorized | Deja un comentario

Con barcazas se solucionará el problema de conexión para el transporte de carga pesada entre San Pedro de la Paz y Concepción. A diario podrían cruzar el río Bío-Bío hasta 200 camiones, mientras que los puentes Llacolén y Juan Pablo II estarán reparados a fin de año.

Durante los próximos días el tránsito de camiones por el Río Bío-Bío se realizará a través de barcazas, una medida con la que el Gobierno Regional pretende mitigar los problemas de conexión, ya que el sistema permitirá transportar hasta 200 camiones a diario.

Según relató la Intendenta de la Región del Bío-Bío, Jacqueline van Rysselberghe, cada barcaza tiene capacidad para 400 toneladas y aunque los recorridos aún no están definidos, el punto de embarque podría ubicarse en Boca Sur y el desembarque en la desembocadura o en Lenga.

Si hablamos de conectividad el puente Llacolén es de vital importancia, los daños que tiene el viaducto son mayores de los que inicialmente se pensaban y el terremoto provocó serios daños en las vigas que soportan las lozas.

En cuanto al Puente Juan Pablo II, los estudios arrojaron que los daños se concentran sólo en los pilotes, se estima que el viaducto esté reparado antes de fin de año, eso sí, sólo quedará habilitado para el tránsito de vehículos livianos.

Los proyectos para recuperar la conectividad en la región, tienen un costo cercano a los $120 mil millones, dentro de lo cual están contemplados los estudios y también la construcción del puente Chacabuco.

Mientras que el proyecto del denominado puente industrial será replanteado , la idea es que sea bimodal, es decir para vehículos y trenes.

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